Discriminacion Racial

La discriminación racial es el trato desigual o injusto hacia una persona o un grupo por motivos de su raza, color, linaje u origen nacional o étnico. La discriminación racial puede afectar negativamente a la dignidad, los derechos y las oportunidades de las personas que la sufren. La discriminación racial puede basarse en diversos factores, como el género, la edad, la religión, la orientación sexual, la discapacidad, entre otros. La discriminación racial es un problema social que afecta a millones de personas en el mundo y que tiene consecuencias negativas tanto para las víctimas como para la sociedad en general. La discriminación racial puede generar violencia, exclusión, pobreza, desigualdad, odio, intolerancia y violación de los derechos humanos. Por eso, es importante combatir la discriminación racial y promover el respeto, la diversidad, la inclusión y la convivencia pacífica entre todas las personas. La discriminación racial se manifiesta en situaciones como: actos de violencia o de incitación a cometer tales actos contra cualquier persona o grupo de personas, ya sea por su fisionomía o porque por su cultura sea considerada de otra "raza" u origen étnico; impedimento o limitación del acceso a espacios públicos a personas con base en su apariencia, vestimenta o tono de piel; falta de intérpretes para las personas hablantes de lenguas indígenas y de diverso origen nacional, así como en lengua de señas en los procesos de acceso y procuración de justicia; prácticas de perfilamiento racial y detenciones arbitrarias e injustificadas. Algunas de las causas que se esconden tras la discriminación racial son el miedo, el desconocimiento, los prejuicios, la falta de información o las circunstancias socio-económicas. Muchas investigaciones coinciden en que la principal causa del racismo es el miedo. En 1968, un estudio llevado a cabo por el psicólogo estadounidense Gordon Allport demostró que las personas que tienen una personalidad autoritaria tienden a ser más racistas, ya que sienten una amenaza constante hacia su identidad y su seguridad. El desconocimiento y la falta de información hacia otras etnias y culturas también alimentan el racismo, al generar estereotipos y prejuicios que no se basan en la realidad. Las circunstancias socio-económicas, como la pobreza, la desigualdad, la crisis o el desempleo, pueden provocar que algunas personas busquen un chivo expiatorio al que culpar de sus problemas, y lo encuentren en los grupos racializados. Para garantizar de manera eficaz que las personas de todas las razas, colores, linajes y orígenes nacionales o étnicos puedan disfrutar plenamente de los derechos humanos, es preciso, primero, una comprensión exhaustiva de las estructuras, las políticas y los estereotipos sociales, así como de las relaciones de poder que condicionan no solo las leyes y las políticas, sino también la economía, la dinámica social y la vida familiar y comunitaria. La igualdad y la no discriminación son principios esenciales de la Carta de las Naciones Unidas, aprobada en 1945 por los dirigentes del mundo. Sin embargo, en el mundo entero millones de personas siguen padeciendo discriminación en lo tocante al disfrute de sus derechos civiles, culturales, económicos, políticos y sociales. La igualdad racial se trabaja de manera transversal en nuestros programas. Cada uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles considera la igualdad racial. Además, hay un Objetivo específico dedicado a la reducción de las desigualdades y la promoción de sociedades pacíficas e inclusivas.